El colibrí y las azucenas

Dice el colibrí:

He probado el polen

mezclado con el aroma de las azucenas.

He sumergido mi pico para beber la miel,

para extasiar mis alas frenéticas.

He bebido el mensaje de letras doradas,

que fecundarán más verdores radiantes.

Vuelo de forma elegante y libre,

batiendo mi corazón,

como las hojas acariciadas por el sol

abren sus estomas para alimentarse de la luz,

para dar los frutos dulces y llenos de vida.

En sus ramas asiento mis alas cansadas

y hago mi nido con aquellas hojas fatigadas

esparcidas por el suelo.

Es el éxtasis de la vida… que nunca suelto.

Dicen las flores:

De colores deleitamos,

con nuestro aroma seducimos.

Somos como raíces aladas.

Abrimos nuestros pétalos con valentía,

emanamos el néctar para sentir

a nuestros diminutos y placenteros amigos,

que con su aleteo levantan nuestras faldas

y beben voraces de nuestro vientre,

con sus alas esparciendo las simientes.

Nuestra existencia es efímera,

pero el amor crece hacia el cielo

y bebe de raíces sostenidas en la tierra.